• Bienvenida
  • Nuestro Sueño
  • Habitaciones y Tarifas
  • El Restaurante
  • Galeria Fotográfica
    • Habitaciones
      • Salones y Comedores
        • Zonas Comunes
          • Exteriores
          • Entorno Natural
            • Parque Natural
              • Lugar de Importancia Comunitaría
                • Reserva de la Biosfera
                • Contacta con nosotros
                • Aviso Legal

                Rioseco

                Picture
                    Nuestro sueño.

                    Alla  por  finales del siglo XIX; cuando se produjo un gran descenso de la población, explicado por la falta de industria, la poca rentabilidad del trabajo campesino, etc. Dando lugar a la emigración a provincias andaluzas y hacia América, concretamente Cuba, México, Perú...

                    Don Pedro fue uno de tantos emigrantes que  dejó su pueblo natal, Rioseco, partió a Cuba para intentar cumplir sus sueños de prosperidad y hacer las “Américas”. Salió con 19 años, se casó con una cubana y tuvo una hija; no fue una aventura facíl, pero a base de sacrificios y trabajo, logró hacer una pequeña fortuna.  La vida le sonreía porfin a Don Pedro, pero su corazón estaba dividido entre su esposa, su hija y su tierra natal....

                     En una de sus visitas a su tierra natal, "soño" un hogar en estos lares, y mandó construir una opulenta casona, casa señorial o palacete, típico símbolo de los indianos que regresaban enriquecidos. Su magnífica casa sería conocía con el nombre de “Chalé de Don Pedro” y su construcción finalizó por el año 1.900.

                    Cuando visitaba su tierra, casi siempre por ocio, llegaba en un rolls royce conducido por un chofer con gorra y polainas. Tenía un amigo conocido con el mote de “cabrero” que se encargaba de su ropa y le decía que traje se tenía que poner para estar conjuntado, también lo llevaba de excursión por la región y por España. Como remate final de su sueño, Don Pedro plantó una palmera fénix, su árbol frutal y simbolo de su estancia en tierras del trópico. 
                    
                    En los primeros años de la Guerra Civil Española se le dieron tres usos a la casa al mismo tiempo, fue utilizada como cuartel, ayuntamiento y escuela.

                 
                   Años más tarde, a  esta escuela asistió un niño, Armando, que quedó maravillado por la opulencia de la casa, de su escalera, de sus pinturas, de su gran chimenea, de sus muebles… de las historias que le habían contado de Don Pedro, de las reuniones que se mantenían en el piso superior, del chocolate caliente que preparaba su profesor para sus alumnos y de tantos y tantos sueños que allí fue imaginando ...

                    Armando se convirtió en un gran maestro ebanista, en un escultor de la madera. No dudo cuando se le presentó la ocasión de comprar la casa y decidió comenzar su rehabilitación con la única idea fija de que no se derrumbase y de mantener vivos todos los sueños...

                    Armando, la compró en la década de los 90 y comenzó su restauración, no sin muchos problemas y algún que otro contratiempo; pero su empeño, su paciencia y sobre todo su tesón hicieron que ese sueño se fuera convirtiendo en una realidad. Sus manos moldearon, tallaron y mimarón cada detalle, cada pieza, cada sueño hasta convertir aquel viejo caserón en DON FÉLIX HOTEL.


                    Don Félix Hotel, quiere ser un homenaje a DON Pedro, a Armando (que a su vez quiere homenajear a su hijo FÉLIX, que marcó su vida y la de su esposa Graci), a todas las personas que conformán la historia del edificio y sobretodo a Tí, que esperamos seas una de las próximas en formar parte de NUESTRO SUEÑO...

                Powered by Create your own unique website with customizable templates.